"El sargento me dijo que yo me busqué solito lo que me hicieron por no integrarme", recordó.
Adrián, el cabo de la Policía de 31 años denunció que fue torturado y abusado por dos policías en la Comisaría de Juan Pujol declaró en la oficina de Asuntos Internos de la Policía de Corrientes y visitó los estudios de Continental.
EN PRIMERA PERSONA
“El 13 de enero nos decían nuestro destino, el 15 me presento en la Colonia San Francisco en Juan Pujol. El comisario a cargo de esa Comisaría es Salazar. Con el oficial Gallardo me encuentro en mi segunda guardia, el ponía sobrenombre a los apirantes para burlarse. En un momento le digo que es una falta de respeto, que me tenía que llamar por mi nombre y me responde que el ponía como quería y que no le conteste”.
“Isaurralde aparece como jefe de guardia, es sargento. El domingo 24 de marzo ingreso de guardia, informo y aviso que me quiero cambiar porque había una cuestión. Mis compañeros de guardia me dijeron que me tenían fichado. El oficial, luego de la comida en guardia estaba tomando vino, me llama y yo le digo no gracias a lo que el responde que vaya o que me iba a buscar”, recordó.
“Contame cuál es tu problema porque acá nadie confía en vos”; dijeron. "Por no ser católico le molestaba que yo ore bajito a la hora de comer. En ese momento me pegan uno y dos sopapos que me dejan aturdido. Me sacan la esposa y mi arma. Me dicen que iba aprender a sufrir, me bajan el pantalón y el oficial ordena que las cabos se retiren porque no podían ver lo que me iban a hacer. Me hacen una llave y me tiran para atrás, me buscan el tendón de la ingle y la zona de los testículos. Comienzo a gritar y a llorar del dolor, mis compañeros no hicieron nada”, detalló.
“Silvero Medrano, y los cabos Barbosa y Escobar”, enumeró sobre los testigos que no lo ayudaron. Consultado sobre por cuánto tiempo fue la tortura dijo: “15 minutos aproximadamente, asimilo ese tiempo. Isaurralde me metió la mano, me llevaron para atrás del destacamento, prenden la bomba y me rociaron con agua y yo gritaba. Me metieron la manguera en la boca y yo le rogaba que no porque yo de chico me había ahogado, grito por auxilio. El oficial ordenó que nadie se meta”.
“Después me llevaron al baño y me empezaron a golpear e insultar de cobarde y que yo no iba a aguantar el curso. Yo no estaba en el curso, yo ya era efectivo en servicio, es mentira que yo estaba en el curso. El sargento me baja el pantalón y me mete la mano para abusarme. Duermo solo 3 horas por día desde ese día. Mi madre me pagaba para que yo pueda hacer el curso interfuerza. Yo quería devolverle a ella su esfuerzo”, comentó el ex integrante del Ejército que ingresó a la Policía de Corrientes”.
“Luego de todo fui a la ruta a hacer dedos para venir a Capital con el comisario mayor. El sargento me dijo que yo me busqué solito lo que me hicieron por no integrarme. Durante 6 meses no me pagaron en el curso. Yo hablé con superiores de la Policía sobre la payasada que dijeron que yo estaba en el curso cuando yo ya estaba activo".
“Yo me presenté al ministro Duarte y me dijo buen día, chau”, comentó. Luego lo deribó al Jefe de la Policía. “El ministro le dijo a mi abogado que lo mío era un bautismo de bienvenida. Yo me retiro y voy a la oficina del Jefe de la Policía y me afirmó que esto no había pasado nunca, que me iban a traer a capital a trabajar. Yo le dije a mi madre que no iba a tapar esto”.
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