El ministro de Turismo de la Provincia advirtió que es una cuestión que “va más allá de lo turístico”. Los 8 de enero, miles de personas llegan al predio ubicado por la ruta 123.
Cada 8 de enero, el predio del Gaucho Gil, que se levanta a la vera de la ruta nacional Nº 123, en cercanías a la ciudad de Mercedes, reúne a miles de personas que llegan al lugar desde distintos puntos de la provincia y del país.
El evento forma parte de calendario de actividades de mayor convocatoria de la provincia y, por esa razón, suma interrogantes de cara a lo que será el comienzo de un año que en principio no muestra mayores variantes en la situación sanitaria.
Con ese panorama, el ministro de Turismo de la Provincia, Sebastián Slobayen, aseguró que la festividad deberá ser evaluada en cuanto a su realización, algo que recaerá sobre la Municipalidad de Mercedes y su Comité de Crisis.
“No está nada definido, creo que lo correcto sería que la evaluación la haga el comité de emergencia junto con el Municipio. Es un tema que va mucho más allá del turismo”, indicó a radio Dos el funcionario provincial.
“Los eventos turísticos masivos ya fueron suspendidos o cambiaron su modalidad. La reunión del Gaucho Gil también tendrá que redefinir su formato”
La situación con el Gaucho Gil para el próximo 8 de enero, en principio, se asemeja a lo acontecido durante este año con la festividad del 16 de julio por la Virgen de Itatí y la masiva peregrinación que parte desde San Luis del Palmar, la cual fue controlada en forma anticipada para evitar aglomeraciones.
En el caso del evento que se produce sobre la ruta nacional 123, antes del empalme con la ruta nacional 119, la situación parece más compleja o al menos difícil de manejar si se tiene en cuenta que al lugar llegan personas de todas las latitudes. Muchas de ellas improvisan campamentos que duran varios días.
Al respecto, Slobayen consideró que “las congregaciones como las del Gaucho Gil no se van a poder realizar por razones lógicas”.
De igual modo, agregó que “los eventos turísticos masivos que ya fueron suspendidos o cambiaron su modalidad, como la Fiesta Nacional del Chamamé o el carnaval, la reunión del Gaucho Gil también tendrá que redefinir su formato, tal como lo hizo con la de la Virgen de Itatí”.
Finalmente, Slobayen puso como ejemplo las celebraciones virtuales que reemplazaron a grandes manifestaciones religiosas durante el año. “Todos tenemos que entender que estamos viviendo una situación compleja que nadie la buscó, pero tenemos que tomar".
Dejanos tu comentario