En la noche del domingo 18 de octubre, Día de la Madre, una joven recibió una paliza por parte de su pareja, quien la roció con un líquido inflamable y le prendió fuego causándole quemaduras graves en el pecho, en cuello y en un brazo. Desde entonces el acusado de la agresión, Álvaro Villalba, se encuentra prófugo.
Estefanía Silva (26) fue dada de alta, pero sigue un tratamiento ambulatorio.
Ayer, su madre, Rosa Gómez, en declaraciones a radio Dos, comentó: “Estamos destruidos por lo que sucedió. Mi hija quedó muy afectada en lo emocional. Tiene pánico porque quien la atacó aún está prófugo y teme por su integridad”.
Contó que “además del miedo que hay en ella y en nosotros. Sentimos indignación porque se mantiene libre. Desde la policía me comentaron que se libró la captura, pero no lo encuentran”, dijo.
Por otra parte, ayer se supo que se produjo otro hecho de violencia de género. El ataque se produjo el último domingo en un domicilio de esta capital.
La mujer, de 31 años, inició hace un año una relación con un muchacho de 26, oriundo de Saladas. Es un profesor de Educación Física y también jugador de rugby de un club de la ciudad de Corrientes.
Recordó que lo conoció por Facebook y terminaron noviando. A principios de año, se fracturó una clavícula y, al verse limitado por esa lesión, lo ayudaba hasta que comenzaron a convivir. Pero la relación se fue deteriorando. Se puso reaccionario, controlaba todo lo que ella hacía desde que salía y volvía de su trabajo. Revisaba su celular. Pero no le gustaba que le peguntara adónde iba cuando salía.
Después le cuestionaba la comida y la insultaba. El joven seguía alquilando su departamento. El domingo 25 fue a visitarlo porque no respondía a llamados ni mensajes. Estando en la casa le pregunté cómo estaba. Se hallaba encerrado en su habitación. La puerta estaba sin picaporte y ella logró abrir. El joven estaba con otra chica. Reaccionó y me atacó. Esa mujer huyó y los vecinos llamaron a la policía. Dijo que le apretó el cuello fuerte varias veces.
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