Berra, tiene 53 años y hace 12 vive en Sudáfrica. Se convirtió en el primer argentino en recibir la vacuna experimental que desarrolló la Universidad de Oxford, en el Reino Unido.
Se postuló como voluntario para que le aplicaran una de las vacunas contra COVID-19 que ya entró en fase de prueba clínica. Señaló que Sudáfrica está mal en cuanto a casos,alrededor de 1 millón de personas son positivas de coronavirus, mil personas por día se contagian.
"Por suerte surgió la vacuna, estamos esperanzados. Es una sola dosis, todos los lunes durante un año, tengo que ir al laboratorio para el seguimiento. Nunca sentí temor", argumentó.
Explicó que por los medios , los médicos pedían 2200 voluntarios, se anotó y a los pocos minutos, se comunicaron con él. "Mi esposa es diabética y no podía ser candidata a recibir la vacuna", añadió.
Indicó que nadie sabía de sus allegados que se aplicaría la vacuna, "mi mujer se enteró cuando estaba en el laboratorio, me llamó para pedirme que compre pan y le tuve que decir, que iba a tardar cinco horas".
Dos días después de colocarse la vacuna, tuvo un poco de temperatura, dolor de cabeza y de piernas.
De las 2200 personas, la mitad recibió agua con sal, el resto vacunas, pero nadie sabe, forma parte de un proceso experimental.