"Un ser humano tiene entre 40 y 70 pérdidas a lo largo de la vida, no solo familiares, también la pérdida de un trabajo, una casa, una pareja. El dolor es parte de nuestra historia y el gran desafío es, además de permitirnos el dolor, cómo darle un sentido, transformarlo en un don para ayudar a otros", explicó.
Señaló que el dolor no es un problema que hay que resolver ni una enfermedad que hay que curar, "es parte de nuestra historia, un camino que todos tenemos que transitar y dura de manera distinta, porque sólo el que sufre, sabe lo que es el sufrimiento".
"El dolor es una pregunta sin respuesta, ahora, si me paro en la victimización, busco afecto de manera equivocada", agregó en el aire de Radio Mitre.
"Debemos permitirnos expresar lo que sentimos. Permitimos recordar a quienes partieron, pensar que semillas dejaron, tal vez alegría, bondad. La mejor manera de honrar a quienes se fueron es haciendo crecer las cosas lindas que nos sembraron", aseguró.
Asimismo, remarcó que después de una pérdida, uno arma nuevas prioridades. "Eso nos permite un mayor crecimiento, agregó".
En cuanto a las fiestas, Stamateas recomendó: Pasarlas con los que uno quiere. Poner el foco en el encuentro y no en la comida o los regalos. No filosofar, mantener comunicaciones amenas. Recordar a los que se fueron, no hacer de las pérdidas un tema tabú.
"El dolor no es enfermedad, la tristeza es una emoción normal frente a una pérdida que uno tiene. Hay que permitirse las emociones, porque si las guardamos, las mandamos a algún órgano del cuerpo. Nos curamos hablando", añadió.
Explicó que a veces la angustia se expresa en agresión. "Detrás de todo agresivo, hay alguien angustiado. Ante la agresión, no hay que entrar en el juego, se debe responder con monosílabos, cambiar de tema, no entrar en el juego", expresó.