El acoso tribunalicio comenzó a mediados del 1999 y ahora, dos décadas después, un organismo de rango internacional que es parte de la Organización de Estados Americanos (OEA) le dio la razón y condenó al país por los abusos que se cometieron en su contra al encarcelarlo sin justificación.
En resumen la Corte Interamericana dictaminó que la detención de Raúl Rolando “Tato” Romero Feris fue arbitraria, que no correspondía pues no se ajustaba a derecho y que era violatoria de la Convención de los Derechos Humanos, instrumento que tiene rango constitucional en la Argentina. Los argumentos utilizados por el juez interviniente en su momento (Mario Payes) “no están basados en hechos específicos, en criterios objetivos y en una argumentación idónea”, dice el organismo. Sostiene que “por el contrario, los mismos reposan en meras conjeturas a partir de criterios que no se corresponden con las particularidades del caso y que consisten más en bien en afirmaciones abstractas. Lo anterior sería indicativo de un manifiesto y notorio apartamiento de los criterios establecidos por la jurisprudencia en esta materia”.
El fallo de la Cidh, que se dictó en octubre, pero que se conoció oficialmente ayer, tiene una contundencia que desmoronan todo el andamiaje que se armó en la Justicia de Corrientes para enjuiciar y mantener privado de su libertad a Tato Romero Feris. “Confirma todo lo que hemos venido diciendo durante tanto tiempo, que fueron causas armadas con jueces especiales para condenarme”, señaló el líder del Partido Nuevo apenas trascendió los términos de la resolución. Se espera en el próximos días una serie de medidas de los abogados defensores de Tato Romero Feris para apurar el cumplimiento de la sentencia y lograr la inmediata libertad del ex gobernador y dos veces intendente de la Capital (ver aparte).
Es más, el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos tiene una envergadura inusitada pues sienta un claro precedente en contra del uso desproporcionado -malsano- de la prisión preventiva, un tema que está en pleno debate en la Argentina y en otros países. Incluso el papa Francisco se refirió recientemente a este problema y con tono admonitorio al hablar del “lawfare”, es decir la persecución judicial a dirigentes políticos.
La condena contra el Estado argentino que acaba de firmar la Corte Interamericana de Derechos Humanos ubica a Romero Feris como una de las primeras víctimas de “lawfare” en estas latitudes.
El nuevo gobierno argentino (con Alberto Fernández a la cabeza) no solo tendrá que hacerse cargo de la reparación de las violaciones a las que fue sometido Romero Feris, seguramente prestará especial atención al mensaje que trasunta del fallo del organismo de la OEA. No hay que descartar que lo usen como paraguas para los representantes del kirchnerismo -incluida la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner- que están sufriendo la embestida judicial con detenciones preventivas que algunos jueces resuelven arbitrariamente. s
ROMERO FERIS.
“Tengo que estar libre”
El fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) que dio la razón a Raúl “Tato” Romero Feris viene a coronar una extensa y extenuante batalla que libró, en distintos estamentos, el ex gobernador de la Provincia y dos veces intendente de la Capital para ejercer su derecho a la defensa y argumentar su inocencia. “Era lo que veníamos sosteniendo, con mis abogados, desde hace 20 años. Aquí no había justicia, se armó un paquete de causas para alejarme de la política; me enjuiciaron, me condenaron y privaron de la libertad sin las garantías del debido proceso, con jueces y tribunales especiales”, reseñó el líder del Partido Nuevo apenas se conoció la resolución.
“Tengo que estar libre, la detención a la que fui sometido, y que todavía estoy sufriendo, es arbitraria, lo dice un organismo internacional ¿qué más se necesita para demostrar que todo lo que hicieron en mi contra es ilegal?”, se preguntó Tato y resaltó la trascendencia del fallo, que sienta un precedente significativo en contra de la prisión preventiva como instrumento de condena.