El abogado querellante, Hermindo González, informó que “el miércoles, 20 de noviembre, comenzará el juicio oral y público por el crimen del cabo del Servicio Penitenciario Gabriel Tichellio”, donde se estará ventilando la responsabilidad de las imputadas Lorena Encina, su esposa del penitenciario y Miriam Jara, amante de esta”.
El letrado adelantó que el proceso "estará concluido antes de fin de año con una pena de cadena perpetua para ambas”.
González, abogado de la familia de Tichellio indicó en dialogo con “A Pura Radio” que “nosotros tenemos muchas expectativas para que antes de finalizar el año judicial podamos estar terminando con este debate, dictándose sentencia para las dos traídas a juicio como co-autoras materiales del homicidio. En lo que respecta a Jara homicidio calificado por alevosía y en lo que refiere a Encinas doblemente calificado por alevosía y el vinculo, dado que era su pareja”.
Al respecto sostuvo el querellante que “pediremos en ambos casos cadena perpetua”.
Respecto al proceso destacó que “desde un primer momento ha sido una investigación destacable por parte de la pesquisa que pudo , pese al intento de encubrimiento, determinar cómo sucedieron los hechos tan aberrantes que costaron la vida de Tichelio, donde, entendemos, que no queda duda de que fue brutalmente asesinado por ambas imputadas y por lo tanto deben ser condenadas ambas con el máximo de pena que para este delito”.
González, también señaló que el juicio “no tendrá más de cinco audiencias y esperamos que antes de fin de año podamos tener sentencia”.
El hecho sucedió el jueves 26 de julio, entre las 15 y las 16 cuando atacaron dormía a golpes de mazo al hombre mientras descasaba en su casa del barrio Nuevo. Luego, a eso de las 21, lo cargaron a una camioneta Renault Kangoo para dejar el cadáver adentro del vehículo hallado abandonado alrededor de las 23:45 de ese día, en avenida Maipú casi las exvías del ferrocarril, en un tramo oscuro.
Las heridas en la cabeza fueron del lado derecho del cráneo. Y, por sus características, se encontraba acostado de espaldas y sobre su lado izquierdo. Sufrió múltiples fracturas. “Fue una muerte muy violenta, con bastante de ensañamiento”, reveló una de las fuentes.
En la vivienda familiar, del barrio Nuevo, los investigadores secuestraron un colchón con sangre, ropas y otros elementos de sumo interés para la causa. Siguiendo con la requisa, en avenida Maipú y Ruta 12 cerca de donde dejaron el cuerpo del agente dentro de la Renault Kangoo, hallaron el mazo que habrían utilizado para cometer el homicidio.