La ciudad de Goya se vio al enterarse de los tormentos que sufría un chico de 12 años cuando no podía vender la totalidad de los churros en la vía pública. Su padrastro lo azotaba con una manguera por no vender la totalidad de lo producido.
La denuncia mediática obligó a la justicia a tomar cartas en el asunto y ordenar la detención de Guido Gomez. Quien hoy martes recuperó la libertad por no tener antecedentes y además por la calificación legal de “lesiones leves”.