El correntino trabaja en Vaca Muerta, se desempeña como inspector de agrimensura y topografía.
Su pasión por la pintura empezó una noche, estaba con amigos tomando mates, entre charla y charla empezó a dibujar. Su madre encontró ese papel y le preguntó si quería hacerlo con tizas y así arrancó su camino artístico.
Le compraron su pintura y con eso pudo pagar clases de vuelo. "Se lo debo a mi mamá, yo a veces pintaba a la madrugada y ella, que también pintaba, me hacía las correcciones", agregó.
Ya vendió 20 cuadros, la mayoría son de caballos, pero hizo una obra magnífica de la Virgen, "es el primer cuadro de figura humano que realicé", declaró.
"Siempre pinté caballos,me fui perfeccionando. Lo difícil del animal es ponerle demasiados detalles, sobre todo a los ojos"