Dentro del paquete de medidas para aliviar el bolsillo de los argentinos que Mauricio Macri anunció el miércoles pasado se incluyó una especialmente sensible: congelar el valor de las naftas por tres meses. Sin haberlo conversado con las empresas energéticas, los funcionarios del sector directamente amenazaron con aplicar la Ley de Abastecimiento, un viejo recurso legal que utilizó el cuestionado secretario de comercio del kirchnerismo, Guillermo Moreno.
Más allá del impacto sobre la inflación general, el valor de la nafta es clave para otras áreas de la economía.
Durante ese mismo día hubo versiones sobre que la medida no sería aplicada. Sobre las diez de la noche, el Ejecutivo anunciaba que habría una reunión el jueves, y que no se utilizará la Ley de Abastecimiento. Recién entonces se firmaría el acuerdo. Pero no se firmó. Directamente no hubo reunión, y al otro día se publicó la resolución de mantener fijo el precio durante tres meses... utilizando la Ley de Abastecimiento.
Más allá del impacto sobre la inflación general, el valor de la nafta es clave para otras áreas de la economía: por un lado, para el desarrollo del yacimiento de Vaca Muerta. También por las regalías que llegan a las provincias productoras, que dependen casi exclusivamente de ese impuesto. Precisamente ese fue el argumento que utilizó Alberto Fernández para cuestionar la decisión.
Ahora, el gobierno nacional convocó a los protagonistas para discutir, mañana, diversas formas de compensar, al menos parcialmente, las pérdidas generadas. Mientras YPF estimó una merma de 360 millones de dólares, provincias como Neuquén presentaron amparos judiciales para frenar el decreto del presidente Macri. Otros distritos amenazaron con hacer lo mismo, si el encuentro no ofrece resultados.
Los encargados de realizar la convocatoria fueron el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Entre las provincias productoras están Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Mendoza, Salta, Chubut y Tierra del Fuego.