De la marca al genérico, de la caja al blíster, de la tira al "dame uno", así mutó el consumo de medicamentos en el país tras los aumentos aplicados por encima de la inflación, según un informe del Diario crónica.
Desde distintas entidades, el diario recopiló datos de la situación de las ventas de medicamentos tras las altas subas en precios, sumado a la crisis económica.
Marcelo Peratta, titular del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFYB), coincidió en que "la crítica situación económica" que se vive a nivel nacional llevó a que el cliente "no compre los medicamentos que necesita o lo haga en forma fraccionada".
El dirigente reveló a este diario que en el interior del país, específicamente en Córdoba, Entre Ríos, Corrientes, Misiones y Jujuy, los farmaceúticos "compran las cajas de los laboratorios y lo separan directamente en los blisters para venderlos según la demanda de los pacientes".
Consideró que "es a un acto de solidaridad del boticario que entiende las necesidades de salud y el contexto de crisis económica de las personas". Para el titular de SAFYB, la solución que evitaría que la gente "compre de más y luego se automedique o tire los remedios", sería que los laboratorios implementen la producción "a granel". Es decir, dejar de distribuir en cajas y permitir al fármaco repartir la ración a cada paciente de forma personalizada, en base a la receta previa de un médico. "El sindicato lleva años presentando este proyecto a la Anmat pero no hay respuesta", concluyó Perrata Peratta sugirió "consultar con los farmacéuticos cuáles son las alternativas más económicas".
En tanto, desde el Colegio de Farmacéuticos de Córdoba se informó que en lo que va del año los remedios acumulan 32% de suba y los clientes piden cada vez con mayor frecuencia comprimidos sueltos en vez de las cajas completas.
Del Colegio de Córdoba también explicaron que la práctica de vender los remedios "de a unidad" como lo hacen algunos comercios, conlleva numerosos riesgos como el desconocimiento de la fecha de vencimiento y número de lote, entre otros.
Las entidades que representan el área metropolitana de Buenos Aires manifiestan la misma problemática. Entre enero y mayo la suba general de precios fue cercana al 15%, según el Indec, pero los medicamentos parecen haber sufrido el doble alza. Ya en 2018, el incremento de precios rondó el 70%.
Los cambios bruscos de precios en el sector afectan principalmente a los jubilados que tienen un consumo mayor y, a su vez, sufrieron una baja significativa en su poder adquisitivo. "Antes nos pedían el genérico. Luego nos empezaron a pedir la tira suelta y ahora nos piden los comprimidos", expresó Georgina Giraldi, vicepresidenta de la entidad cordobesa.
El director general del Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de la ciudad de Buenos Aires, Claudio Ucchino, sostuvo en diálogo con Crónica que "en las farmacias no se vende por comprimido. Es un peligro porque no hay forma de saber el vencimiento ni el origen. Sí ocurre en algunos mercados, en los kioscos o en internet. Lo seguro siempre es la farmacia", subrayó.
Momarandú