A ese alto precio llegó ese corte vacuno en medio de la escalada inflacionaria que registró la carne cuando acumuló un incremento del 14,8 por ciento solo entre enero y febrero de 2019 y en marzo la inflación en general anual marcó un 51 por ciento.
“A 400 pesos está barato todavía porque es un plato muy especial que se come mucho en Europa y la mayoría de lo que se produce en Argentina se exporta”, dijo Schiffo en el programa de María Mercedes Vázquez por radio AM 1100.
El empresario aclaró que hay comercios de Corrientes que ofrecen glándulas salivales por mollejas. “No es lo mismo, pero la hacen pasar por mollejas”, dijo.
Los expertos en la industria cárnica consideran que la molleja puede ser considerada como “el caviar de la ternera”. La misma está formada por glándulas y está situada en el pecho del animal, delante de la tráquea.
En medio de una crítica situación de la economía en general, con una inflación del 55 por ciento en el rubro alimentos, Schiffo puntualizó que el consumo de carnes bajó un 9 por ciento en todo el país.
“Lo normal es que en Argentina se coma casi 60 kilos por persona por año.
Pero ese consumo ahora se va a estabilizar en 51 o 52 kilos aproximadamente”, detalló el empresario en relación a la caída de entre 9 y 8 kilos per cápita.
Para Schiffo, “el asado es el corte más caro de los argentinos” pero aclaró que, por ejemplo, “los albañiles siguen comiendo carne a la parrilla pero en vez de poner vacío ponen falda”.
El empresario correntino también se refirió a la política económica del presidente Mauricio Macri: “Me preocupa muchísimo la situación económica porque nos cuesta pagar los sueldos y los empleados no pueden llegar a fin de mes”.
A mediados de marzo de 2019, las carnicerías del centro de Corrientes que venden carne de novillito piden entre 240 y 270 pesos el kilo de vacío, cuadril o nalga, mientras que la de novillo es más barata y se ubica entre 180 y 200 pesos por kilo según los cortes.